Colesterol y riesgo cardiovascular

Colesterol y riesgo cardiovascular. El riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular está asociado a la homeostasis del colesterol y a los niveles en sangre de las distintas lipoproteínas aterogénicas que transportan al colesterol.

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José L. Navarro

10/31/20246 min read

Colesterol y riesgo cardiovascular

Colesterol

El colesterol es una importante molécula celular implicada no sólo en el mantenimiento de la permeabilidad y fluidez de las membranas celulares, sino también en la modulación de las vías de señalización transmembrana, así como en la síntesis de hormonas esteroides, ácidos biliares y vitamina D.

Debido a su insolubilidad en medio acuoso, para poder ser transportado por los fluidos biológicos el colesterol se une a fosfolípidos y proteínas formando las lipoproteínas (quilomicrones. VLDL, IDL, LDL, y HDL).


¿Colesterol bueno y colesterol malo?

El colesterol es esencial para la vida del ser humano y por tanto no es malo per se.

Aun cuando sean muy comunes las expresiones “LDL es el colesterol malo” y “HDL es el colesterol bueno” ambas son incorrectas. Y la razón es que:

  • sólo existe un tipo de colesterol.

  • LDH y HDL son dos tipos de lipoproteínas y no dos tipos de colesterol.


Los efectos beneficiosos o detrimentales del colesterol depende de:

  1. si la homeostasis del colesterol está funcionando o no correctamente.

  2. el tipo de lipoproteína que transporta al colesterol en el organismo.


Homeostasis del colesterol

La homeostasis del colesterol se logra equilibrando la síntesis endógena, la absorción intestinal y la secreción en forma de ácidos biliares.

En los mamíferos el colesterol puede obtenerse a través de la absorción de colesterol de la dieta (vía exógena) o de la síntesis de novo en las células del organismo (vía endógena).


El colesterol es sintetizado por la mayoría de las células, aunque el principal sitio de producción de colesterol son los hepatocitos en el hígado y los enterocitos en el intestino. Es de destacar que el tamaño de la reserva intestinal de colesterol está influenciado principalmente por fuentes endógenas (800-1000 mg), ya que la dieta aporta sólo 300-400 mg de colesterol por día.


El hígado es el órgano responsable de la regulación de la homeostasis del colesterol. Entre sus funciones figuran: facilitar la eliminación de las lipoproteínas de muy baja y de baja densidad (VLDL y LDL) y los remanentes de quilomicrones que contienen colesterol; sintetizar el colesterol; sintetizar y secretar las lipoproteínas de alta densidad (HDL); segregar el colesterol en forma de sales biliares a la bilis, y estar implicado en el transporte reverso de colesterol.

Lipoproteínas


Las lipoproteínas son agregados moleculares esféricos de lípidos y proteínas.

La estructura de una lipoproteína consta de una zona central formada por lípidos apolares (colesterol esterificado y triglicéridos) cubiertos con una capa externa polar de 2 nm de grosor formada por apolipoproteínas, fosfolípidos y colesterol libre.


Tipos de lipoproteínas

Se distinguen los siguientes tipos de lipoproteínas:

  1. Quilomicrones.

  2. Lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL)

  3. Lipoproteínas de densidad intermedia (IDL)

  4. Lipoproteínas de baja densidad (LDL)

  5. Lipoproteínas de alta densidad (HDL).


Función de las lipoproteínas

Las funciones particulares de cada lipoproteína vienen determinadas por el tipo de apolipoproteína presente en su composición.

Las distintas apolipoproteínas tienen las siguientes funciones:

  • Estructural para unir los lípidos de la lipoproteína.

  • Ligandos para unir las lipoproteínas a sus receptores en las células.

  • Moduladores de la actividad enzimática.

  • Cofactores en el transporte de lípidos entre las diferentes lipoproteínas.


Las funciones principales de las distintas lipoproteínas son:

  1. Los quilomicrones transportan los triglicéridos, resultantes de la digestión de los lípidos de la dieta, y el colesterol desde las células absortivas de la pared del intestino delgado hasta los músculos o el tejido adiposo. Los quilimicrones circulan por la linfa y después llegan al torrente sanguíneo.

  2. Las lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL) transportan los lípidos endógenos generados en el hígado al torrente sanguíneo. Los triglicéridos contenidos en las VLDL son liberados por la acción de una lipoproteinlipasa para ser absorbidos por el músculo como fuente de energía o para ser almacenados en el tejido adiposo.

  3. Las lipoproteínas de densidad intermedia (IDL) son aterogénicas, al favorecer la arterioesclerosis. Se originan por lipolisis de las lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL) y acaban por transformarse en lipoproteínas de baja densidad (LDL) o ser captadas por el hígado.

  4. Las lipoproteínas de baja densidad LDL son las principales transportadoras del colesterol de la sangre para dirigirlo a las células de los tejidos. Diferentes tipos de células disponen de receptores que reconocen las LDL, produciéndose el transporte hasta el citoplasma en forma de endosoma. Dentro de la célula el colesterol esterificado se transforma en colesterol libre que es utilizado para la síntesis de membranas o la formación de hormonas esteroideas.

  5. Las lipoproteínas de alta densidad (HDL) transportan el colesterol desde los distintos tejidos hasta el hígado. La mayor parte de las células situadas en los tejidos periféricos tienden a acumular colesterol, pues no pueden metabolizarlo. Por este motivo precisan un mecanismo de transporte inverso para devolver el colesterol al hígado donde se transforma en sales biliares en el hígado y es eliminado como bilis.


Las funciones particulares de cada lipoproteína viene determinada por el tipo de apoliproteína presente en su composición.


Niveles de colesterol en sangre y riesgo de enfermedades cardiovasculares

Aunque el colesterol juega un papel fundamental en una gran cantidad de mecanismos intracelulares, se sabe que los individuos con una concentración plasmática elevada de colesterol tienen un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardíacas ateroscleróticas.


Las pruebas analíticas que miden el colesterol total, el colesterol LDL, el colesterol HDL y los triglicéridos no son suficientes para predecir el riesgo general de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular. Ello es debido a que:

  1. pueden existir pacientes con riesgo de una enfermedad cardiovascular a pesar de que los análisis clínicos indiquen niveles normales de LDL y colesterol total.

  2. pueden existir pacientes que podrían padecer una enfermedad cardiovascular a pesar de haber reducido sus niveles de LDL con la ayuda de un tratamiento farmacológico

A la hora de evaluar en riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular relacionada con el colesterol hay que conocer:

  1. La concentración en sangre de lipoproteínas aterogénicas mediante la determinación de la concentración de la apolipoproteína apoB.

    La determinación de la apolipoproteína apoB es una medida de la cantidad total de colesterol que, debido a la lipoproteína que lo transporta, podría potencilmente aumentar el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular.

    En una palabra, un paciente con niveles elevados de proteína apoB y niveles normales de LDL podría padecer una enfermedad cardiovascular.

  2. El número y tamaño las de partículas LDL (LDL-P) en sangre, que transportan colesterol. Las partículas pequeñas y densas de LDL son más aterogénicas que las partículas grandes y flotantes de LDL e invaden más fácilmente las paredes de las arterias, lo que aumenta el riesgo de formación de placa.

    Esto es importante porque pudiera darse el caso de un paciente con un valor normal de LDL y no obstante podría tener un elevado número de partículas pequeñas y densas de LDL que aumentarían su riesgo de enfermedad cardiovascular.

  3. La concentración en sangre de apolipoproteína a. Los niveles de lipoproteína (a) están determinados genéticamente y no se ven afectados por cambios en el estilo de vida o medicamentos. Los niveles elevados de esta lipoproteína indican un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y enfermedades cerebrovasculares. Por tanto, es recomendable la estimación de la lipoproteína (a) en personas con fuertes antecedentes familiares de ECV prematura.

  4. La concentración en sangre de la apolipoproteína ApoA1 permite determinar la cantidad de colesterol no aterogénico y por tanto “bueno”. Por tanto, elevados niveles de a apolipoproteína ApoA1 en sangre es indicativo de una reducción en el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.


Colesterol y riesgo cardiovascular


Resumiendo:

  1. El colesterol es vital para nuestra supervivencia.

  2. Lo que determina si el nivel de colesterol en sangre puede o no aumentar el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular viene determinado por si la lipoproteína que lo transporta le permite o no acceder y acumularse en el interior de la pared de los vasos sanguíneos.

  3. La determinación del nivel de LDL y HDL en sangre no permite evaluar el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular asociada al colesterol.