Hígado graso
El hígado graso (también llamado esteatosis hepática) es una condición en la que se acumula grasa (triglicéridos) dentro de las células del hígado. Normalmente, el hígado contiene una pequeña cantidad de grasa, pero cuando esta supera el 5–10% de su peso total, se considera que hay hígado graso.
ENTRADA BLOG
José L. Navarro
10/28/20253 min read


Hígado graso
El hígado graso (también llamado esteatosis hepática) es una condición en la que se acumula grasa (triglicéridos) dentro de las células del hígado. Normalmente, el hígado contiene una pequeña cantidad de grasa, pero cuando esta supera el 5–10% de su peso total, se considera que hay hígado graso.
Se distinguen 2 tipos principales de hígado graso:
Hígado graso no alcohólico (HGNA o NAFLD, por sus siglas en inglés) ocurre en personas que no consumen alcohol en exceso.
Suele asociarse con el síndrome metabólico, que incluye:
Obesidad abdominal.
Diabetes tipo 2 o resistencia a la insulina.
Colesterol o triglicéridos altos.
Hipertensión arterial.
Hígado graso alcohólico causado por el consumo excesivo y prolongado de alcohol, que altera el metabolismo de las grasas en el hígado.
Etapas en el desarrollo del hígado graso
Etapas en el desarrollo del hígado graso:
Esteatosis simple. Acumulación de grasa sin inflamación ni daño significativo.
Esteatohepatitis (NASH o ASH). La grasa provoca inflamación y daño celular.
Fibrosis. El hígado intenta repararse formando tejido cicatricial.
Cirrosis. Daño hepático avanzado con pérdida de función hepática.
Diagnóstico del hígado graso
El diagnóstico del hígado graso se basa en una combinación de evaluación clínica, análisis clínicos, determinación del índice de hígado graso y pruebas de imagen. En algunos casos, se necesita una biopsia hepática para confirmar el tipo y la gravedad del daño.
Evaluación clínica
La evaluación clínica consiste en:
Historia clínica. Basada en los antecedentes familiares de enfermedades hepáticas, historial de consumo de alcohol y medicamentos utilizados.
Exploración física. A veces se detecta un hígado ligeramente agrandado, aunque muchas veces no hay signos visibles.
Análisis clínicos
No hay un análisis que por sí solo confirme el hígado graso, pero varios pueden sugerirlo o descartar otras causas:
Transaminasas (ALT, AST) suelen estar elevadas moderadamente.
GGT y fosfatasa alcalina pueden estar aumentadas.
Perfil lipídico colesterol y triglicéridos altos.
Glucosa y HbA1c para detectar diabetes o resistencia a la insulina.
Otros estudios para descartar causas virales (hepatitis B o C), autoinmunes o medicamentosas.
Índice de hígado graso (FLI)
El índice de hígado graso (también conocido como Fatty Liver Index o FLI) es una herramienta no invasiva utilizada para estimar la probabilidad de tener hígado graso (esteatosis hepática), especialmente en personas con riesgo metabólico (obesidad, diabetes tipo 2, dislipidemia, etc.).
El FLI combina cuatro parámetros clínicos y de laboratorio que se asocian con la acumulación de grasa en el hígado:
Índice de masa corporal (IMC).
Circunferencia de cintura (cm).
Triglicéridos (mg/dL o mmol/L).
GGT (gamma-glutamil transferasa) — una enzima hepática.
Valoración del FLI:
FLI < 30 es indicativo de bajo riesgo de desarrollar hígado graso.
30 < FLI < 50 es indicativo de riesgo moderado de desarrollar hígado graso.
FLI >= 60 es indicativo de un alto riesgo de desarrollar y alta probabilidad de tener hígado graso.
Limitaciones del índice de hígado graso:
No distingue entre hígado graso simple y esteatohepatitis (NASH).
Puede verse afectado por consumo de alcohol o ciertas enfermedades hepáticas.
Validado principalmente en adultos de origen europeo (aunque se usa globalmente).
Estudios de imagen
Los estudio de imagen permiten confirmar la acumulación de grasa en el hígado:
Ecografía abdominal (ultrasonido) es el método más común y accesible. Muestra un hígado “brillante” o con aumento de la ecogenicidad. No detecta bien las etapas tempranas o el grado exacto de fibrosis.
Elastografía (FibroScan® o elastografía por resonancia magnética) determina la rigidez del hígado, ayudando a diferenciar entre hígado graso simple y fibrosis/cirrosis.
Resonancia magnética (RMN) o tomografía computarizada (TAC). Se usan si el diagnóstico no es claro o se necesita más precisión.
Biopsia hepática
Es el método más preciso, aunque se reserva para casos seleccionados. Permite determinar: la cantidad exacta de grasa, si hay inflamación (esteatohepatitis), el grado de fibrosis o daño.
Tratamiento y prevención del hígado graso
Tratamiento y prevención del hígado graso:
Bajar de peso gradualmente (5–10% del peso corporal puede mejorar la función hepática).
Alimentación saludable como la dieta mediterránea o baja en azúcares simples y grasas saturadas.
Ejercicio regular (150 minutos por semana).
Control de diabetes, colesterol y presión arterial.
Evitar el alcohol y medicamentos hepatotóxicos.
Dieta y Salud
Mejora tu salud a través de la alimentación.
© 2024. All rights reserved.
