Intolerancias alimentarias
Intolerancias alimentarias causadas por alimentos que contienen: cafeína, gluten, fructosa, histamina, lactosa, salicilatos, sorbitol, y sulfitos.
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José L. Navarro
10/22/20246 min read


Intolerancias alimentarias
Las intolerancias alimentarias son reacciones adversas a los alimentos en las que no interviene el sistema inmunitario y que se producen a causa de algún tipo de alteración que impide digerir correctamente un alimento o alguno de sus componentes.
Tipos de intolerancias alimentarias
Dentro de las reacciones adversas de los alimentos no moduladas por el sistema inmune (intolerancias alimentarias) se distinguen los siguientes tipos:
Metabólicas como la intolerancia a la lactosa y la mala absorción de los carbohidratos.
Farmacológicas o por sensibilidad química como las intolerancias a la cafeína, al glutamato monosódico, a los salicilatos y a las aminas.
Tóxicas ocasionadas por intoxicaciones alimentarias como por ejemplo la debida a la toxina del pez escómbrido.
Producidas por aditivos alimentarios como los sulfitos y benzoatas.
Idiopáticas o de causa desconocida.
Intolerancias alimentarias más comunes
Las intolerancias alimentarias más comunes son:
Intolerancia a la cafeína.
Intolerancia a la fructosa o malabsorción de la fructosa.
intolerancia hereditaria a la fructosa.
Intolerancia al gluten no celíaca.
Intolerancia a la histamina.
Intolerancia a la lactosa.
Intolerancia a los salicilatos.
Intolerancia a los sulfitos.
Intolerancia al sorbitol.
Intolerancia a la cafeína
La intolerancia a la cafeína está presente en aquellas personas que tras tomar algún alimento o bebida con este componente sufren efectos secundarios tales como: el insomnio, molestias en el estómago, o nerviosismo agudo. El citocromo P450 1A2 (CYP1A2) representa aproximadamente el 95% del metabolismo de la cafeína y tiene una amplia variabilidad en su actividad entre individuos.
El estudio genético de las variaciones del gen CYP1A2 aportará información sobre la tolerancia del individuo a la cafeína y as posibles las modificaciones a introducir en su dieta.
El tratamiento para la intolerancia a la cafeína es una dieta controlada exenta de alimentos que contengan cafeína.
Intolerancia a la fructosa
La intolerancia a la fructosa es una afección que se produce cuando el organismo no puede absorber correctamente este azúcar. Por tanto, la intolerancia a la fructosa es causada por una malabsorción intestinal de la misma.
Las personas con esta condición presentan defectos en el sistema transportador GLUT5, provocando un déficit en la absorción de la fructosa por parte de las células de su intestino.
El tratamiento para la intolerancia a la fructosa es una dieta controlada exenta de alimentos que contengan fructosa.
Intolerancia hereditaria a la fructosa o fructosemia
No hay que confundir la intolerancia a la fructosa, en la que el problema es una malabsorción intestinal, con la fructosemia o “intolerancia hereditaria a la fructosa”, una enfermedad muy rara de origen genético en la que el problema es la incapacidad del hígado de metabolizar la fructosa.
Para confirmar la intolerancia hereditaria a la fructosa se realizan los estudios genéticos de las mutaciones G448C y C1005T del gen ALDOB (aldolasa).
El tratamiento para la intolerancia a la fructosa es una dieta controlada exenta de alimentos que contengan fructosa.
Intolerancia al gluten no celíaca
La sensibilidad al gluten no-celíaca es una forma de intolerancia al gluten distinta a la enfermedad celíaca y a la alergia al trigo.
El diagnóstico de la sensibilidad al gluten no-celíaca se realiza verificando la reacción a la alimentación sin gluten, después de haber descartado la enfermedad celíaca y la alergia al trigo.
La sensibilidad al gluten no-celíaca podría producirse en sujetos genéticamente predispuestos, en los que la gliadina induciría alteraciones neuromotoras así como fenómenos de microinflamación, alterando la permeabilidad intestinal y activando la inmunidad innata; todo ello sin que existan alteraciones morfológicas intestinales claras.
El tratamiento para la intolerancia al gluten no celíaca es una dieta controlada exenta de alimentos que contengan gluten.
Intolerancia a la histamina
La intolerancia a la histamina (IH) es una patología que se produce cuando hay un desequilibrio entre una ingesta excesiva de histamina a través de los alimentos o un déficit en la degradación de esta por parte de los sistemas de detoxificación a nivel intestinal y hepático.
El consumo de alimentos liberadores de histamina no supone normalmente un problema dado que, en condiciones normales, la histamina es degradada y metabolizada en el intestino delgado por la enzima DAO (Diamino oxidasa). Cuando se tiene un déficit de síntesis de DAO, la histamina no se degrada y se acumula, causando diversos síntomas (picores, urticaria, diarreas, migraña).
Para confirmar el déficit en la enzima DAO se realizan los estudios genéticos de las 4 mutaciones alélicas del gen AOC1, asociado a la síntesis de DAO.
El tratamiento para la intolerancia a los sulfitos es una dieta controlada exenta de alimentos que contengan sulfitos.
Intolerancia a la lactosa
La lactosa es un azúcar o disacárido presente en las leches de los mamíferos, y que puede encontrarse en alimentos preparados. Está formado por dos monosacáridos: la galactosa y la glucosa. La enzima necesaria para la digestión o desdoblamiento de la lactosa en sus dos azúcares simples es la lactasa. Esta enzima se encuentra en el intestino delgado y su distribución es irregular. La acción intestinal de la lactasa permite la absorción rápida de la lactosa como glucosa y galactosa. La intolerancia a la lactosa es un deterioro de la capacidad para digerir lactosa. Si la concentración de lactasa en el intestino no es la adecuada, entonces la lactosa no puede ser absorbida originando los síntomas relacionados con la intolerancia a la lactosa.
Para confirmar la intolerancia a la lactosa se realizan los estudios genéticos de las mutaciones más frecuentes en los genes LCT o MCM6. Los resultados del test permitirán una orientación dietéticas adecuada para minimizar y/o eliminar los síntomas característicos de esta intolerancia.
El tratamiento para la intolerancia a la histamina es una dieta controlada exenta de alimentos que contengan histamina.
Intolerancia a los salicilatos
Los salicilatos son un tipo de compuesto químico presentes en muchas frutas, verduras, hierbas y especias.
En la actualidad no existe una prueba de laboratorio para determinar la sensibilidad a los salicilatos.
El tratamiento para la intolerancia a los salicilatos es una dieta controlada exenta de alimentos que contengan salicilatos.
Intolerancia al sorbitol
La intolerancia al sorbitol aparece, principalmente, en personas genéticamente predispuestas. Se trata de una reacción del cuerpo frente a un alimento que contiene sorbitol, produciendo una malabsorción de este nutriente, que acaba dando lugar a síntomas digestivos como dolor abdominal, gases, diarrea…
Tipos de intolerancia al sorbitol:
Intolerancia primaria: se produce por un déficit de la enzima transportadora del sorbitol, la GLUT5. Se cree que existe un factor genético y que por tanto va desarrollándose a lo largo de la vida.
Intolerancia secundaria: no hay una influencia genética sino que se produce como consecuencia de una enfermedad intestinal (gastroenteritis, enfermedad inflamatoria intestinal, celiaquía…) que daña el borde del cepillo de la mucosa intestinal de forma transitoria o permanente. Las células de la mucosa intestinal cuentan con este borde en forma de cepillo para tener mayor superficie de absorción.
El tratamiento para la intolerancia al sorbitol es una dieta controlada exenta de alimentos que contengan sorbitol.
El tratamiento para la intolerancia al sorbitol se basa en una dieta controlada. El objetivo es limitar su aporte hasta concentraciones que permitan disminuir los síntomas del paciente.
Intolerancia a los sulfitos
Los sulfitos son de los conservantes más utilizados en la industria alimentaria, de hecho se pueden encontrar en alimentos como marisco, pescado, mostaza, vino blanco, o la cerveza. En ocasiones, los sulfitos pueden generar reacciones alérgicas o asma en aquellas personas que no toleran su consumo, creando intolerancia a los sulfitos.
Para confirmar la intolerancia a los sulfitos se realizan los estudios genéticos de las 4 mutaciones más frecuentes del gen SUOX y de las 2 mutaciones más frecuentes del gen CBS.
El tratamiento para la intolerancia a los sulfitos es una dieta controlada exenta de alimentos que contengan sulfitos.
Síntomas de las intolerancias a los alimentos
Una intolerancia alimentaria generalmente causa síntomas gastrointestinales y está directamente relacionada con la cantidad de exposición al alimento causante.
Los síntomas debidos a la intolerancia alimentaria se manifiestan en:
El intestino, causando hinchazón, gases/flatulencia, síndrome del intestino irritable (SII), diarrea, estreñimiento y dolor de estómago.
El sistema nervioso, causando dolores de cabeza, migrañas y fatiga.
La piel, causando erupciones, eccema, urticaria, hinchazón y úlceras bucales.
Las vías respiratorias, causando picazón, goteo nasal y aumento de mucosidad en los senos paranasales.
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